Transantiago: gobierno no revisaría contratos y Subus se sumaría a operadores con problemas
Las empresas están complicadas a raíz descuentos o multas aplicadas y una caída en sus tasas de validación de pasajeros.
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Por Juan Manuel Villagrán S.
Alsacia y Express encendieron las alertas acerca de la viabilidad del modelo de negocios de las operadoras del Transantiago.
Tras incumplir la más reciente cuota de su deuda, las firmas de capitales colombianos llegaron a un acuerdo de reestructuración con sus tenedores de bonos y ahora les resta por pagar del orden de US$ 240 millones.
Las empresas de buses aducen varios factores para explicar esta mala situación financiera, aunque la principal estaría relacionada con las condiciones expresadas en su contrato de operación.
“De aquí a un par de meses, estaremos obligados a negociar el contrato con el gobierno. Hay cosas que urge corregir. Uno de los reclamos principales de los usuarios es que los buses no les paran, y esto ocurre porque las empresas presionamos a los conductores para que cumplan con los horarios y regularidad para que el sistema no nos haga descuentos tan grandes”, explica un alto ejecutivo del sector, que pide a la autoridad que se abra a revisar los convenios en lo relativo a mecanismos de control, que no los perjudiquen financieramente.
Consultado por esta posibilidad el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo respondió tajante que sólo tratarán con los operadores la revisión bianual del Pago por Pasajero Transportado (PPT), que corresponde realizar este año.
Este ítem considera el pago por parte del gobierno de las diferencias que surgen en las fórmulas en torno a los kilómetros recorridos y a los pasajeros transportados. Antes, la base de la fórmula era aproximadamente 70% de ingresos por kilómetro recorrido y 30% por pasajero transportado, y hace dos años ésta se revirtió, lo que impactó los ingresos de las empresas, que con la disminución de las validaciones -en parte por efecto de la evasión-, igual deben cumplir con sus kilómetros recorridos.
“No tenemos contemplada ninguna revisión contractual. Creemos que eso genera un desgaste, tanto para los operadores como para la autoridad y creemos que si bien todos los contratos son perfectibles, nuestra prioridad está en mejorar la calidad de servicio e invertir en la infraestructura que requiere el sistema en superficie”, dijo Gómez-Lobo.
En la industria, en tanto, dicen que el gobierno debería cambiar los indicadores de control planteados, de forma que instalen incentivos en vez de descuentos y agregan que requieren este cambio contractual para para poder renovar masivamente sus flotas.
El caso de Subus
Subus, ligada al grupo industrial colombiano Fanalca, que opera además en Sudáfrica, Panamá y Colombia, también tendría problemas.
En 2013 la operadora informó pérdidas por $ 12.544 millones, a diferencia de las chilenas que tienen números azules (excepto Vule).
Cercanos a esta firma, que es una de las siete operadoras del Transantiago, explican que aunque hasta ahora han cubierto todas las cuotas del crédito por US$ 350 millones -que tomaron para instalarse y del cual ya habrían cubierto unos US$ 200 millones- podrían tener complicaciones para enfrentar sus próximos vencimientos.
Por ello, estarían evaluando negociar con los bancos internacionales (HSBC, EKN de Suecia, Nordic Investment y la institución japonesa Nexi) una reestructuración, refinanciando y trasladando la mayor parte después de 2017, pues ese año completan el pago de la flota, lo que les dejaría más holgura para saldar su obligación crediticia.
Alsacia y el "capítulo 11"
Respecto de las condiciones del acuerdo que Alsacia y Express alcanzaron con los tenedores del 60% de sus bonos (con una tasa de interés del 8% y vencimiento en 2018), en la empresa precisaron que el hecho de reorganizar el plan de pagos "bajo las normas del Capítulo 11", de protección de quiebras, en Estados Unidos, no respondió a una práctica estándar u propia de este tipo de operaciones, sino que optaron por ella en este caso, con el objetivo de poder reorganizarse internamente sin dejar de operar.
"Con este acuerdo, la compañía espera continuar proveyendo ininterrumpidamente su servicio de transporte a los habitantes de Santiago, y continuará cumpliendo sus obligaciones con sus proveedores y empleados", aclararon en Alsacia.
La confirmación del plan de reestructuración de deuda está sujeta, entre otras cosas, a la exitosa "solicitation of consent" y confirmación por parte de la Corte de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York, en Estados Unidos.
Factores que afectan a las firmas colombianas
Descuentos
En el contrato del Transantiago contempla una tabla de descuentos para las empresas basada en indicadores de frecuencia, regularidad (ICF, ICR) y a los kilómetros diarios recorridos. El año pasado Express tuvo más de $ 6 mil millones de descuentos y Subus unos $ 5 mil millones, indican fuentes de la industria.
Estas multas significarían hasta un 5% del ingreso de las empresas, porcentaje que coincidiría con el margen de utilidad que tendrían los operadores. Las firmas chilenas, que derivaron del sistema antiguo (micros amarillas), no tendrían este problema porque sus terminales están mejor ubicados, mientras que las colombianas requieren más tiempo de recorrido en sus rutas.
Menos validaciones
70% del ingreso depende de la validación y las operadoras que estarían más afectadas atienden zonas con mayor evasión.
Diseño de la operación
Relacionado con el tipo y dotación de conductores asignados por bus y ambas firmas tienen las flotas más antiguas del sistema.